Tengo muchos borradores y entre ellos me percaté que no tengo una despedida formal para ti. Sé que no será necesario enviarla al ciberespacio aunque quizás lo haga más adelante para poder dejar de tenerte entre mis pendientes y resoluciones de vida que es dejarte ir y dejar ir todo lo que me afectó en algún momento.
La clave es soltar y no retener.
Te solté la mano hace varios meses, esa que prometí siempre tener a mi lado. Decidí en el fondo de mi corazón que era momento de dejar de excusarte, decidí que tenía que dejar que las cosas vayan cayendo por su propio peso pero no tuve el coraje para decírtelo no lo tuve yo, y agradezco que lo hayas tenido tu. Sabes que hubiera terminado todo aún peor si continuábamos engañándonos, que las cosas hace meses no eran igual y aunque a veces intentábamos...incluso se nos acabaron las ganas de intentar. Quizás ninguno de los dos quería aceptar que nos equivocamos e hicimos mil promesas que no íbamos a poder cumplir. Todo lo que dije en su momento fue verdad y no me arrepiento de nada pero es cierto que los sentimientos no desaparecen sólo cambian de lugar, y los de nosotros cambiaron, no supimos y no pudimos mantenerlo porque así tenía que ser porque al final no fuimos el uno para el otro.
Agradezco todo lo que pasó tuvimos la historia de amor que todos quisieran tener, mil experiencias llenas de amor, dolor, nostalgia, alegrías, emociones, incertidumbres y agradezco el tiempo que pasaste junto a mi ayudándome a crecer y mejorar. Viajamos mucho e hicimos cosas el uno por el otro que jamás habíamos hecho por nadie, creímos firmemente que era este el cuento de hadas y luchamos contra todo y contra todos por ello, sin ver las señales de alerta que nos revelaban nuestros problemas. Fuimos felices quizás como creí que no había sido jamás pero así como todas las historias de amor tuvimos un final, un cambio, un giro que quizás todos menos nosotros vimos venir.
El FIN al final del cuento fue verdadero, realmente existió porque cuando acabó acabó. Y le agradezco al universo por eso, no olvidaré nada y disfrutaré los recuerdos como eso y experiencias de vida. Yo creí contigo que ya no me quedaba nada más que a ti, te lo di todo, pero me equivoqué hoy después de muchos soles y muchas lunas veo todo diferente.
Estoy lista para amar y no le tengo miedo, me siento libre, fuerte, renovada, aprendí mucho en este camino que llevamos juntos y te deseo desde lo más profundo de mi corazón que seas muy feliz. Que encuentres lo que buscas, que aprendas de todo esto, que simplemente encuentres a una compañera de vida y no otra historia de amor. Porque eso es a lo que aspiro yo, encontrar a mi compañero de vida con quién criaré a nuestros hijos y viviremos un vida que nos hará enfrentar obstáculos pero que cada uno valdrá la pena porque será al lado de el.
te mando un gran abrazo y te deseo lo mejor a ti, a tu familia y tu futura familia.
*Que seas muy feliz.